domingo, 24 de abril de 2011

¿Quién soy?


Cuando tenía tres años de edad me cuentan que para referirme a mí misma decía "sana ortiz" . ¡ Lo hacía en tercera persona!  Sana Ortiz era "ella".
Esto resulta cómico a los adultos y es bastante frecuente. Muchos niños lo hacen.
Y es que nadie recuerda su nacimiento. Hay unos años del comienzo de nuestras vidas que estan en blanco.
Esto me recuerda lo que Leonardo di Caprio decía en "Inception", de que en los sueños nunca recuerdas como has llegado hasta donde estás.
Rastreando estas huellas, estas grietas de sin razón que son los indicios de que soñamos lo que somos, nos encontramos de pronto con una precaria autoconciencia a la edad de tres años, pero incapaces aún de establecer el vínculo entre nuestra identidad-yo....y nuestro cuerpo. Motivo por el que se da este hilarante fenómeno de pequeños hablando en tercera persona del singular.
Pero en algún momento de esta etapa, se produce esa identificación y dejamos de hablar de "ella" para referirnos a las actividades de nuestro cuerpo y pasamos a establecer en él (cuerpo) muy firmemente nuestro yo. Como si plantaramos una caseta de campaña. Y olvidamos que esto no siempre fue asi. Y vivimos convencidos de que "yo" ES-tá inseparablemente unido a las actividades del cuerpo.
De modo que todos mis pensamientos y mis palabras comienzan con el pronombre personal "yo".
Yo soy + lista de adjetivos con los que acepto definirme Y  el negativo de la lista que utilizo para defenir a otros en mis juicios proyectados.
Yo siento + toda la gama de emociones y sentimientos que la experiencia humana concibe.
Yo recuerdo + toda la galería de imagenes que conforman el album que llamo "mi historia personal"
Yo + verbo para referirme a todas las actividades imaginables
Yo + personas que conozco y forman parte de mi vida.
Yo + pertenencias materiales.
Yo + conjunto de creencias, gustos, opiniones.
Podríamos seguir. Nada de lo que pueda pensar se sustrae a esta ecuación.
Mientras mas apegado esté a toda esta corte de conceptos que acompañan a  "yo", mayor será mi condicionamiento, mayor mi rigidez. Seré mas sólido y pareceré mas "real". Tambien mayor será mi gasto energético y mi cansancio.
En algún punto del drama, algunos hombres y mujeres paran todo esto porque ya no les convence. No les satisface, les oprime y les deprime.
Algunos atraviesan por alguna pérdida, enfermedad, accidente....o simplemente la inercia de la insatisfactoria realidad diaria les abruma hasta lograr activarles.
Otros se topan con una de esas grietas de sin razón y viven alguna experiencia que contradice lo que han creido hasta entonces hasta el punto de generar un conflicto muy agudo en ellos que les lanza a la búsqueda de explicaciones.
En cualquier caso, una vez que llegamos a ese bendito punto de inflexión, comienza la jornada espiritual.
Y entramos al reino del misterio y la paradoja cayéndo en  el agujero de la madriguera..Y comprendemos que hemos empezado a andar por un camino que se des-anda.
Tambien sabemos que no hay vuelta atrás. Que se sale hacia delante. Poniendo en duda todo lo que hemos creido ser desde el incierto dia en que vinculamos nuestro destino a las andanzas del héroe llamado cuerpo.
Muchos oyen esta llamada a des-andar y a des-nudar de ideas y conceptos y creencias nuestras mentes. Pero muchos tambien no pueden aguantar hasta el final este streaptease implacable que nos deja completamente en cueros. Sin nada familiar a lo que asirse, sin consuelos ni entretenimientos.
Solos con la Verdad que es lo único que este camino ofrece.
La humanidad le debe todo a estos héroes solitarios que confrontaron el miedo hasta el final y que buscaron su Soledad porque sabían que esa sería su recompensa.
De esa soledad no puede hablarse..pero florece en la mente cuando el último vestigio de miedo es derrotado.
El último concepto en caer, es "yo" , ese pensamiento de separacion que se instaló un día como un alien en la vastedad impersonal del Ser.

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