jueves, 21 de abril de 2011

¿Quién Soy?


Si analizamos por un instante la forma consensuada de entender nuestra vida en el mundo, nos damos cuenta de que existe muy poca disensión a la percepción generalizada de nuestra identidad como circunscrita a nuestro cuerpo-mente. La inmensa mayoría de los humanos nos percibimos como organismos independientes y totalmente diferenciados y separados de los demás componentes de nuestra especie y del resto del universo.


De manera que muy pronto en nuestras vidas, aprendemos a establecer una frontera clara entre " yo"...y el resto del mundo (no yo)


Esta distinción temprana, necesaria como uno de los estadios ineludibles en el proceso de convertirnos en seres humanos, es el germen de una experiencia universal: la angustia de la separación y la sensación de carencia que acompaña a toda vida humana a lo largo de toda su trayectoria desde el nacimiento hasta la muerte, independientemente del grado de conciencia con que esto se experimente en cada caso individual.


Esta experiencia de separación y carencia es la consecuencia inevitable de percibirnos de la forma en que lo hacemos. Organismos aislados en un cuerpo-mente, con innumerables necesidades físicas, psicológicas, emocionales, espirituales, con la responsabilidad de nuestros destinos individuales, de nuestra felicidad, de nuestro comportamiento ético y nuestra capacidad para adaptarnos y tener éxito en un mundo hostil completamente a nuestro cargo. Es inevitable con esta visión que vea a mis semejantes como: 1. alguien de quien puedo obtener la satisfacción de alguna necesidad o 2. alguien que puede competir y arrebatarme la posibilidad de alcanzar mis objetivos.


A este panorama hay que añadirle los fantasmas de las enfermedades, la pérdida de seres queridos, las catástrofes naturales, las guerras.....y si nada de esto ocurre, aun nos aguarda con toda seguridad la vejez, y finalmente la muerte.


Entre el nacimiento y la muerte, completamente hipnotizados por esta identificación con el cuerpo-mente y su servidumbre inevitable, entablamos relaciones, trabajamos, tenemos hijos presos de nuestras rutinas de supervivencia y acallamos el dolor interno con entretenimientos de muchos tipos que nos ayudan a matar tiempo y pedazos de nuestra vida.


Sé que esta visión asi escrita puede parecer muy sombría y que muchos tendrán la reacción de rechazarla como explicación universalmente aplicable. Sé que muchos caerán en la tentación de negar la realidad de esta descripción de la vida humana y considerarse una sana excepción a esta norma (lidad). Legítimo es.


Pero para aquellos a los que esta descripción les parezca adecuada y les resuene con una íntima intución o certeza. Para aquellos que saben que esta identidad que aceptan sin cuestionamiento alguno  no da mas de sí que una vida de dolor camuflado, de inconciencia y de impotencia...para estos, existe una posibilidad de salir de la madriguera :)


De modo que para iniciar el viaje de liberación, es condición indispensable haber llegado a la conclusión de que la identidad hasta ahora aceptada es una carcel en la que malvivimos hasta morir (por fuerte que suene). Una vez que un hombre o una mujer llegan a esta sana conclusión (¿¿ Es saludable estar adaptado a un mundo insano?? ) puede dar comienzo su jornada de autodescubrimiento, su viaje iniciático (Divina Comedia), el camino del guerrero, las pruebas del héroe de todos los mitos humanos...este proceso recibe infinitos nombres, pero todos son símbolos de la única empresa verdaderamente digna de nuestra condición. La única empresa que merece ser emprendida con determinación.


La búsqueda se emprende solo cuando estamos preparados para la trascendencia. Antes de este momento, las personas no comprenden o simplemente muestran desdén o incluso hacen burla de todo el proceso, presos como están sin conciencia en las cárceles del tiempo. Cuando el héroe está listo para buscarse....el universo entero conspira para ayudarle a hallarSE.


Para ello es importante hacer la pregunta adecuada, la única que tiene la clave de nuestra liberación:


                                                    ¿ Quién Soy?


El primer intento para contestar lo hace la mente. Acude al archivo de memoria y rescata todos los recuerdos que conforman nuestra vida.....pero quién Soy YO sin mis recuerdos? sin mis accidentes? sin mi nombre, sexo, nacionalidad, ideología, creencias, gustos, aversiones, costumbres y relaciones...??


Los budistas zen tienen una pregunta koan que dice: "Muéstrame tu rostro original, antes de que nacieran tus padres"


Jesús dijo : "Antes de Abraham, YO SOY"


Quién soy cuando no me cuento historias y cuentos??


Esa es la única pregunta relevante que un hombre o una mujer puede hacerse!!! Y la respuesta genuina no puede darla nuestra mente discursiva, esa que opera en las coordenadas del tiempo y del espacio.


 La única respuesta honesta es el Silencio.

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