miércoles, 1 de junio de 2011

CUENTO


SI DAÑAS, ME DAÑAS.


Parvati es una de las diosas más amorosas, benevolentes y misericordiosa del panteón hindú. Es la consorte de Shiva y se manifiesta como extraordinariamente compasiva. Cierto día, uno de sus hijos, Kartikeya, hirió a una gata con sus uñas. De regreso a casa, corrió hasta su madre para darle un beso. Pero al aproximarse al bello rostro de la diosa, se dio cuenta de que ésta tenía un arañazo en la mejilla.

 Madre -dijo Kartikeya-, hay una herida en tu mejilla. ¿Qué te ha sucedido?

Con sus ojos de noche inmensa y profunda, la amorosa diosa miró a su querido hijo. Era su voz melancólica y dulce cuando explicó:

— Se trata de un arañazo hecho con tus uñas.

— Pero, madre -se apresuró a decir el joven-, yo jamás osaría dañarte en lo más mínimo. No hay ser al que yo ame tanto como a ti, querida madre.

Una refrescante sonrisa de aurora se dibujó en los labios de la diosa.

— Hijo mío -dijo-, ¿acaso has olvidado que esta mañana arañaste a una gata?

— Así fue, madre -repuso Kartikeya.

— Pues, hijo mío, ¿es que no sabes ya que nada existe en este mundo excepto yo? ¿No soy yo misma la creación entera? Al arañar a esa gata, me estabas arañando a mí misma.

* El Maestro dice: Al herir, te hieres. A quienquiera que dañes, te dañas a ti mismo.

*     *     *

Recuerdo mis primeros años de búsqueda espiritual.
Fueron tiempos inciertos y no exentos de temor.
Me preocupaba adentrarme en el mundo del misterio y quedar abandonada a mi suerte sin el auxilio de una mente racional que me ayudase a discriminar entre lo verdadero y lo ilusorio.
Me acerqué a la iglesia católica justo después de mi despertar, por ser lo que tenía más cerca. Estuve unos meses en un grupo de mi parroquia intentando entender aquel mensaje. Pero tuve que abandonar porque percibía incoherencias que nunca lograría digerir.
Un día discutí con el párroco y el resto del grupo porque yo sentía que el estatus de Hijo de Dios no podía ser privativo de Jesús. Y que la religión  nacida de sus enseñanzas no podía limitarse a recomendar la imitación de su conducta externa. Sin el entendimiento del estado de conciencia del que ésta emanaba.
Para un hombre o una mujer dormida, la verdadera compasión es imposible.
Tal como se perciben, necesariamente la ganancia de otro ha de constituir su pérdida. Y cualquier intento de imponer -desde dentro o desde fuera- una conducta solidaria basada en la compasión y la empatía, será ejercer una violencia contra la naturaleza del individuo tal como éste se percibe.
Pero cuando un hombre o una mujer despiertan. Tal como Jesús lo hizo. Y acceden al conocimiento de su Naturaleza Real en la
Conciencia de Unidad..
Desde una mente así, la compasión se desprende como algo natural, sin esfuerzo alguno. Pues todo aquello que doy, es a mí mismo a quien se lo doy. Y los dones del reino se acrecientan al darse a manos llenas.
Por tanto, más que esforzarnos en la infructuosa tarea de imitar la conducta externa de un ser despierto, debemos  emplear nuestra energía y nuestras fuerzas en emerger del estado de sueño y despertar a la
realidad de nuestro Ser.
Solo entonces, podremos entender lo que es Amor, Libertad, Paz y Alegría. Y como estos sinónimos del Ser solo tienen sentido cuando los extendemos sin límites.

1 comentario:

  1. Wonderful....This is SANTOSHEE MATA.
    we keep fast friday for this mata.
    I know whole story of her.

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