Antes de escuchar Tu Voz
yo andaba por un sendero estrecho.
Esclava de mis pasos, me alejaba
sin saberlo
y me adentraba en el reino de la noche.
Yo era una caminante de pasos estériles,
de exilios y jornadas de desesperanza,
que me llevaban al ocaso sin saberlo..
Pero Tu Voz me susurró una melodía
de amaneceres y recuerdos olvidados.
Y perdí de vista el sendero sombrío.
Y mis pasos se volvieron
saltos de gigante
Y vuelos de esperanza.
Cuando escuché Tu Voz..
La Alegría mas dulce
me hizo suya para siempre
y supe...
Que nunca fui habitante de la noche.
Tu Voz siempre guió mis pasos
susurrándome la nana del regreso.
¡ Y Tú siempre supiste que yo la escucharía !
que hermoso poema Susana, muchas gracias
ResponderEliminarUn fuerte abrazo!
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