martes, 26 de febrero de 2013

MIEDO

 
 
El Curso de Milagros es una enseñanza única.
Nos explica que existen solo dos emociones (aunque puedan manifestarse en formas diversas) : El miedo y el Amor.
Acerca del Amor no hay nada que pueda enseñarse y nada que pudiéramos decir acerca de él podría hacerle justicia. El Amor es Real, es un hecho y no está sujeto a la interpretación basada en juicios con la que operamos en el mundo. El Amor es un estado de Conciencia que recordamos una vez que hemos eliminado los obstáculos que nos impiden experimentar su Eterna Presencia.
Todo lo que se interpone en mi acceso al Amor es miedo. Y es la causa de todo sufrimiento.
Pedimos ayuda a Dios para liberarnos del miedo que nos tortura y nos sentimos decepcionados al creer que nuestra petición no es escuchada.
En el mundo existe la creencia generalizada de que el miedo es algo que me sobreviene, que me ataca desde fuera victimizándome sin que yo tenga ninguna responsabilidad por el miedo que experimento.
Pero esta bendita enseñanza no transige. No deja un solo margen para que yo pueda ocultarme en ilusiones.
Si yo estoy en el miedo es porque yo lo deseo. Y si lo deseo , yo lo elijo . Y lo deseo porque tengo una estrategia, tengo una intención y el miedo me ayuda a lograr un objetivo.
Si no asumo esta responsabilidad, creeré que soy una víctima del miedo, que el miedo es una condena inmerecida y que Dios no me rescata.
Pero Dios no me creó como un ser débil y vulnerable. Dios me creó poderoso y por tanto no puede sucederme nada sin mi consentimiento. Por tanto, si tengo miedo, debo haberlo deseado y , por tanto pedido yo. Dios también me creó libre y si es mi deseo vivir en el miedo. Él no interferirá en mi deseo. Antes bien, aguardará pacientemente a que me agote a mí misma por el camino del sufrimiento y me rinda y pida su ayuda. Entonces acudirá a mi.
Pero seré yo quien desactive el miedo de mi mente, pues el miedo es mi propia invención.
¿Qué función cumple el miedo que yo tanto deseo?
El miedo es como una cortina de humo que yo despliego para negar el Amor.Y esto lo hago yo. Nadie me hace nada a mi. Solo mis propios pensamientos pueden causarme daño. Y solo yo puedo atacarme y robar mi Paz. Y la negación del Amor es algo que yo hago, activa e intencionadamente.
Al entender esto, no me culpo por ello. Sencillamente decido de nuevo. Elijo dejar de negar el Amor...y éste entonces no podrá sino Ser. Y yo no podré sino re-conocerlo.

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